Desafíos cotidianos en la Enfermedad de Pompe: Dificultades en la marcha o “marcha miopática”

Roberto, paciente de 28 años. Aparenta estar sano. No se observan anomalías en su marcha, aunque se detectan pequeñas señales típicas de la enfermedad.

Clara, paciente de 18 años. Muestra una evolución lenta de LOPD. No dispone de anomalías evidentes en la marcha, pero sí se puede percibir cierta inclinación pélvica y una ligera inestabilidad que la hace cojear.

Susana, paciente de 50 años. Se encuentra gravemente afectada por la enfermedad. Presenta una marcha muy inestable, dejando caer todo el peso en la pierna de carga y provocando un desequilibrio de la pelvis.

Bruno, paciente de 44 años. Diagnosticado de LOPD. Sufre alteraciones en su marcha, que es inestable y lenta. Realiza pasos cortos para intentar estabilizarla.

Test DBS

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