- Artículo
- Fuente: Campus Sanofi
- 10 may 2023
Telemedicina: ¿Qué es y cómo se aplica en salud?
La telemedicina ha estado presente en la práctica médica desde hace décadas, pero su uso experimentó un crecimiento exponencial a partir del año 2020.
Con la aparición del Covid-19, y la imposibilidad de llevar a cabo visitas presenciales en muchos hospitales del país, resurgió la aplicación de los métodos telemáticos en el ámbito de la salud digital.
Fue, en ese momento, cuando realmente se observaron los grandes beneficios que la telemedicina podía reportar, tanto para pacientes y profesionales, como para el propio sistema sanitario.
En la actualidad, la telemedicina se ha convertido en una herramienta de apoyo fundamental en la práctica médica y, su constante evolución, dibuja un futuro prometedor.
¿Qué es la telemedicina y para qué sirve?
La telemedicina consiste en la prestación de servicios de salud a través de la aplicación y uso de las tecnologías de la información y la comunicación -TICs-1. Gracias a ella, se pueden llevar a cabo diversas actividades a distancia, eliminando las barreras físicas y geográficas, y facilitando así el acceso a la atención sanitaria.
Entre muchas de las utilidades de la telemedicina en salud, destacan1:
- Formación a profesionales sanitarios.
- Gestión y dirección de sistemas de salud.
- Asistencia y atención remota a pacinetes.
- Monitorización y seguimiento del estado de salud de los pacientes.
Precisamente, debido al amplio abanico de posibilidades que brinda la telemedicina, se distinguen en la actualidad numerosos sistemas, aparatos y dispositivos que permiten llevarla a cabo de manera eficaz. Cada uno de ellos, se dirige a satisfacer una necesidad en particular.
¿Qué tipos de telemedicina existen?
La historia de la telemedicina se ha desarrollado en paralelo a la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación. Por ello, podemos distinguir diversos tipos de telemedicina que definen y establecen su alcance actual, entre los que destacan los siguientes2:
Teleconsulta
Sin duda, la teleconsulta es uno de los tipos de telemedicina con mayor relevancia en la actualidad.
La teleconsulta consiste en la aplicación de las TIC para establecer vías de comunicación más efectivas entre pacientes y profesionales sanitarios2.
De este modo, permite que, por un lado, los pacientes puedan recibir asesoramiento médico rápidamente, eliminando cualquier barrera existente entre ellos y los profesionales sanitarios; y, por otro, que dichos profesionales puedan recabar información de valor, estableciendo conexiones más directas entre los mismos2.
En función de si esa comunicación se lleva a cabo en tiempo real, o de manera diferida, se distingue entre:
Teleconsulta asíncrona
En este tipo de teleconsultas, se establece una comunicación diferida en la que se envía información (en forma de texto, imágenes, audio, etc.) para que, con posterioridad, exista un retorno de la misma2. Su principal ventaja radica en que las partes involucradas no tienen que estar presentes cuando se produce esta transferencia de información2.
La teleconsulta asíncrona es muy común en determinadas especialidades médicas como, por ejemplo, la dermatología, la oftalmología o la neurología2.
Teleconsulta sincrónica
En este caso, la comunicación se lleva a cabo en tiempo real. Por ello, se requiere la participación coetánea de todos los involucrados2.
Para llevar a cabo la teleconsulta sincrónica, se emplean diferentes medios y dispositivos. Entre ellos, destaca el uso de la llamada telefónica o la videollamada.
El beneficio principal del empleo de este tipo de teleconsulta es que facilita enormemente el acceso a la atención sanitaria, mejorando la comunicación entre los pacientes y los profesionales sanitarios y aumentando la calidad del servicio recibido2.
Teleeducación
La teleeducación va ganando cada vez más peso como una alternativa a la educación tradicional de los profesionales sanitarios.
La necesidad constante de formación, unido a las largas jornadas de trabajo y la falta de tiempo del que disponen, promueve que los profesionales de la salud acudan a distintas vías telemáticas para ampliar y mejorar sus conocimientos.
La teleeducación no solo permite ofrecer nuevas vías de formación teórica a través de seminarios, cursos o eventos online, sino que también es muy útil para mejorar las habilidades prácticas de los profesionales sanitarios con nuevas oportunidades de entrenamiento y experiencias2.
Telemonitorización
La telemonitorización se basa en el uso de diferentes dispositivos que permiten llevar a cabo un seguimiento más exhaustivo sobre el estado de salud de los pacientes2.
Estos dispositivos permiten recopilar y almacenar información de valor para poder establecer un control, clave en determinadas enfermedades crónicas como, por ejemplo, la diabetes o la insuficiencia cardíaca2.
En la actualidad, el desarrollo y evolución de las tecnologías de la comunicación e información, han posibilitado el monitoreo de ECG, niveles de insulina u otras variables fisiológicas2.
Telecirugía
La telecirugía es uno de los tipos de telemedicina más novedoso. Consiste en la aplicación de las nuevas tecnologías para efectuar operaciones quirúrgicas a distancia2.
Desde visualizar la operación en directo, comunicarse con el profesional que la efectúa o, incluso, manipular el equipo robótico empleado para la intervención2.
En este sentido, se distinguen dos vías dentro de la telecirugía:
- Telementoring: se brinda asistencia por parte de un especialista a un cirujano con el fin de desarrollar procedimientos quirúrgicos2.
- Telepresencial: los cirujanos hacen uso de diversos dispositivos (como brazos robóticos, micro cámaras, láser, etc.) para llevar a cabo la intervención2.
Ejemplos reales de telemedicina en salud
La telemedicina se lleva implantando desde hace años en nuestros sistemas de salud. Actualmente, la forma de telemedicina más frecuente en los hospitales y centros de salud es la teleconsulta, pero existen otros ejemplos de cómo esta nueva forma de hacer salud se está implantando en la medicina. A continuación, veremos algunos de los más recientes:
Proyecto IS3
En el territorio de la Cataluña Central han sido pioneros en la implantación de la telemedicina. En 2007 se introdujo por primera vez la teledermatología y en 2013 ampliaron los servicios con dos innovadores programas: teleaudiometría y teleoftalmología3.
Todos estos programas comparten los mismos mecanismos de acción. A modo de ejemplo, en el programa de dermatología, el profesional sanitario de atención primaria toma una fotografía de la lesión o lesiones que sufre el paciente3. La adjunta a su historia clínica electrónica, junto con una breve descripción. Posteriormente, los especialistas de los hospitales de referencia revisan esas imágenes y proponen un tratamiento3.
Desde su implantación han obtenido muy buenos resultados y, por ello, se ha lanzado un nuevo proyecto: IS33. Este proyecto tiene como objetivo facilitar la interoperabilidad entre los diferentes proveedores del sistema sanitario público de Cataluña. De esta forma, se lograría mejorar la continuidad asistencial y la gestión integrada de los procesos3.
Para conseguirlo, se ha creado una plataforma de interoperabilidad. Esta plataforma permite a los proveedores manejar una gran escala de interacciones y peticiones de trabajo entre diferentes niveles asistenciales3.
Telemedicina para el abordaje del virus de la hepatitis C en prisiones
La hepatitis crónica producida por el virus de la hepatitis C es uno de los problemas de salud más preocupantes en el ámbito penitenciario español4. Aunque, si bien es cierto que, durante los últimos años, se ha reducido el número de casos, su prevalencia sigue siendo muy elevada4.
La población penitenciaria que padece esta enfermedad recibe una asistencia sanitaria limitada, ya que no tienen la posibilidad de recurrir de forma habitual a servicios especializados. Pero, con ayuda de la telemedicina, se podrían eliminar todas estas barreras físicas y geográficas4.
Un centro penitenciario de Madrid -Madrid IV- ya ha puesto en marcha un nuevo programa de telemedicina para el abordaje de este tipo de pacientes. Y los resultados son prometedores. Según los mismos, han conseguido eliminar el VHC a un ritmo mucho más rápido que en la mayoría de centros penitenciarios en España4.
Beneficios de la telemedicina
La telemedicina reporta numerosos beneficios, tanto para pacientes y profesionales sanitarios, como para el propio sistema. Como ha quedado expuesto, algunos de los más relevantes son:
Desde el punto de vista del paciente1:
- Mejora la accesibilidad a la atención sanitaria, eliminando barreras físicas, geográficas y económicas.
- Ayuda en el control y seguimiento de enfermedades crónicas, previniendo y evitando riesgos.
- Establece una comunicación más fluida y directa con el profesional sanitario.
- Reduce los tiempos de espera en cuanto a la obtención de diagnóstico y tratamiento.
Desde el punto de vista del profesional sanitario1:
- Se constituye como una alternativa muy útil en el ámbito de la formación continuada teórico-práctica.
- Permite realizar un control sobre el estado de salud de los pacientes de manera mucho más rápida y sencilla.
- Facilita la comunicación entre profesionales y especialistas.
- Promueve la optimización de tiempo y recursos.
Desde el punto de vista del sistema de salud1:
- Optimiza los recursos disponibles.
- Reduce los tiempos de espera.
- Mejora la experiencia del paciente.
- Disminuye la saturación de hospitales y centros de salud.
El futuro de la telemedicina
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, se espera que en la próxima década los sistemas de telemedicina puedan llevar a cabo funciones mucho más complejas, mejorando la asistencia brindada a los pacientes, y ayudando a los profesionales sanitarios a optimizar sus recursos.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud emitió recientemente una serie de directrices para promover un desarrollo seguro y sostenible de la telemedicina5. Entre ellas, destaca la necesidad de que la telemedicina (así como otros sistemas digitales aplicados a la salud) garanticen la seguridad y la privacidad de los datos de los pacientes5.
Por otro lado, también recalca la importancia de que los profesionales se formen en el ámbito de las nuevas tecnologías aplicadas en telemedicina, familiarizándose con esta nueva forma de trabajar en la práctica clínica diaria5.
Finalmente, incide en el hecho de que la telemedicina es un complemento útil de interacción presencial, pero que no debe sustituirla por completo. Por ello, resulta necesario desarrollar nuevos instrumentos que sirvan de apoyo para los profesionales sanitarios y que mejoren la experiencia de los pacientes5.
Referencias
- M. Chá Ghiglia. Telemedicina: su rol en las organizaciones de salud. Revista Médica de Uruguay. SciELO [Internet]. Diciembre de 2020. [Citado en…]. Disponible en:http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?pid=S1688-03902020000400185&script=sci_arttext
- Ruiz, A. Zuluaga, A. Trujillo. Telemedicina: Introducción, aplicación y principios de desarrollo. Revista CES Medicina [Internet]. 2007. [Citado en…]. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/2611/261120984009.pdf.
- Vidal-Alaball, E. Descals Singla. Abordaje de la telemedicina entre proveedores: ejemplos de uso. Experiencias de telemedicina en la Catalunya Central. Elsevier [Internet]. Diciembre de 2021. [Citado en…]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S260507302100033X
- Fernández Rodríguez, G. Jiménez Galán. Telemedicine and specialised consultations in prisons. The example of HCV chronic hepatitis. Revista Española de Sanidad Penitenciaria. SciELO [Internet]. 2019. [Citado en…]. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1575-06202019000200059
- La OMS publica las primeras directrices sobre intervenciones de salud digital. Organización Mundial de la Salud [Internet]. 2019. [Citado en…]. Disponible: https://www.who.int/es/news/item/17-04-2019-who-releases-first-guideline-on-digital-health-interventions
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