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En todos los pacientes con un ictus aterotrombótico en los que la dislipemia tiene un papel etiológico importante es fundamental adecuarse a los objetivos terapéuticos establecidos por las guías clínicas. Esto implica aumentar el arsenal terapéutico y emplear en mayor medida terapias combinadas que incluyan ezetimiba e iPCSK9. Destaca la importancia de que los neurólogos se dediquen también al control de la dislipemia, algo que con frecuencia se deja en manos de otros especialistas.

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Autor

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Dr. Sebastián García Madrona
Servicio de Neurología
Hospital Ramón y Cajal, Madrid

MAT-ES-2502608 v1 septiembre 2025