Este sitio web está dirigido a profesionales sanitarios de España

conexion-obesidad-trombosis-hb

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los últimos años, el sobrepeso y su progresión a la obesidad han ganado importancia como un serio problema de salud pública global, con millones de personas afectadas, con un enorme impacto negativo en la salud de la población1.

Actualmente existe evidencia convincente de una estrecha asociación entre el exceso de grasa corporal y numerosas patologías, como la diabetes2, la hipertensión3, la enfermedad coronaria4, el accidente cerebrovascular isquémico5 o el cáncer6.

Es importante destacar que dos estudios recientes han demostrado una asociación entre el exceso de peso corporal y un mayor riesgo de muerte7. Sin embargo, uno de los riesgos menos conocidos pero significativos del exceso de peso corporal, medido como índice de masa corporal (IMC, resultado del peso en kilogramos dividido por la altura en metros cuadrados), es su relación con la trombosis venosa8, un trastorno potencialmente mortal que afecta a la coagulación sanguínea.

Existen multitud de estudios que demuestran esta conexión entre obesidad y enfermedad tromboembólica venosa (ETV). En el estudio de Framingham9, las mujeres que murieron por embolia pulmonar tenían mayor peso que las mujeres que fallecieron por otras causas. En el estudio Nurses' Health10 un IMC de 29 o más fue un factor de riesgo independiente de embolia pulmonar.

Un estudio sueco11 demuestra que los hombres con una circunferencia de cintura de al menos 100 cm, indicador de acúmulo de grasa abdominal, tenían un riesgo cuatro veces mayor de ETV que los hombres con una circunferencia de cintura de menos de 100 cm.

Otros estudios poblacionales casos-controles, como el realizado en los Países Bajos12, demostró que la obesidad confiere un riesgo dos veces mayor de ETV a la población general. También existen resultados de estudio retrospectivos de altas hospitalarias13 que reportan que las personas obesas tenían un riesgo dos y tres veces mayor de ETV. El exceso de peso corporal también es un factor de riesgo de ETV entre pacientes médicos y quirúrgicos14,15.

Existen datos no solo de la asociación de la obesidad con riesgo de un primer evento tromboembólico, sino también de riesgo de recurrencia. En estudios retrospectivos, se ha observado que el IMC aumentaba el riesgo de ETV recurrente en un 24%16,17.

Esta relación entre la obesidad y la trombosis es compleja y multifactorial, caracterizándose por la acumulación excesiva de tejido adiposo, que no solo funciona como reserva de energía, sino que también desencadena una respuesta inflamatoria crónica18 que afecta la homeostasis de la coagulación sanguínea, predisponiendo al organismo a eventos trombóticos. De hecho, los niveles elevados de ciertas sustancias en la sangre, como los factores de coagulación, son comunes en personas con obesidad18.

Otros mecanismos fisiológicos involucrados en esta asociación son, por ejemplo: la activación de las plaquetas19, que contribuyen a un entorno procoagulante; la resistencia a la insulina, que se asocia con alteraciones en la función endotelial y la liberación de moléculas inflamatorias20, creando un terreno propicio para la trombosis; el aumento de la presión sanguínea de las extremidades inferiores21 y la disminución de la actividad fibrinolítica22, que contribuyen también a la formación de coágulos en estas condiciones.

También es importante destacar que la obesidad está estrechamente relacionada con otras condiciones médicas que también aumentan el riesgo de trombosis, como la hipertensión arterial y la diabetes tipo 221. Por otro lado, se ha reportado la conexión entre la trombosis y el IMC, como factor de riesgo, que tiene una base genética23, aunque se desconocen los genes concretos responsables de esta asociación.

A pesar de todas estas evidencias poblacionales, fisiológicas y genéticas que respaldan esta conexión, muchos individuos subestiman el riesgo de trombosis asociado con la obesidad. Esto se debe en parte a la falta de síntomas evidentes en las etapas tempranas de la enfermedad, lo que puede llevar a un diagnóstico tardío y complicaciones graves. Además, los profesionales de la salud deben ser conscientes de la relación entre la obesidad y la trombosis al evaluar y tratar a los pacientes. En este sentido, el manejo de pacientes con obesidad tiene que incluir un enfoque integral para incidir no solo en las implicaciones metabólicas, sino también los riesgos tromboembólicos. Estrategias personalizadas como la pérdida de peso, la promoción de estilos de vida saludables, la actividad física regular (no solo para mejorar el área cardiovascular, sino también la fuerza) y la gestión de factores de riesgo adicionales, como la hipertensión y la diabetes, son fundamentales para reducir la vulnerabilidad a la trombosis.

En resumen, la obesidad y la trombosis están estrechamente interrelacionadas con la obesidad, representando un importante factor de riesgo para el desarrollo de trombosis. El papel de la concienciación y la educación son clave para tomar medidas proactivas y preventivas, con el objetivo de mantener un peso equilibrado y unos hábitos de vida saludables para proteger nuestra salud vascular y reducir el riesgo de complicaciones graves.

doctor-jose-manuel-soria


Dr. José Manuel Soria
Unidad de Genómica de Enfermedades Complejas. Institut de Recerca de l’Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, Instituto de Investigación Biomédica (IIB) Sant Pau. Barcelona.

Actualidad científica en Trombosis

Consulta lo último en Trombosis con nuestra selección de artículos, recursos, y otros materiales de interés.

Referencias
  1. World Health Organization. Obesity and overweight. [Internet]. En: Who.int. WHO. 1 Mar 2024. Disponible en: https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/obesity-and-overweight
  2. Colditz GA, Willett WC, Rotnitzky A, Manson JE. Weight gain as a risk factor for clinical diabetes mellitus in women. Ann Intern Med. 1995;122(7):481-6.
  3. Wilson PW, Dágostino RB, Sullivan L, Parise H, Kannel WB. Overweight and obesity as determinants of cardiovascular risk: the Framingham experience. Arch Intern Med. 2002;162(16)1867-72.
  4. Willett WC, Manson JE, Stampfer MJ, Colditz GA, Rosner B, Speizer FE, et al. Weight, weight change, and coronary heart disease in women: risk within the “normal” weight range. JAMA. 1995;273(6):461-5.
  5. Kurth T, Gaziano JM, Berger K, Kase CS, Rexrode KM, Cook NR, et al. Body mass index and the risk of stroke in men. Arch Intern Med. 2002;162(22):2557-62.
  6. Calle EE, Rodriguez C, Walker-Thurmond K, Thun MJ. Overweight, obesity, and mortality from cancer in a prospectively studied cohort of U.S. adults. N Engl J Med. 2003;348(17):1625-38.
  7. Adams KF, Schatzkin A, Harris TB, Kipnis V, Mouw T, Ballard-Barbash R, et al. Overweight, obesity, and mortality in a large prospective cohort of persons 50 to 71 years old. N Engl J Med. 2006;355(8):763-78.
  8. Frischmuth T, Tøndel BG, Brækkan SK, Hansen JB, Morelli VM. The Risk of Incident Venous Thromboembolism Attributed to Overweight and Obesity: The Tromsø Study. Thromb Haemost. 2024;124(3):239-49.
  9. Goldhaber SZ, Savage DD, Garrison RJ, Castelli WP, Kannel WB, McNamara PM, et al. Risk factors for pulmonary embolism: the Framingham Study. Am J Med. 1983;74(6):1023-8.
  10. Goldhaber SZ, Grodstein F, Stampfer MJ, Manson JE, Colditz GA, Speizer FE, et al. A prospective study of risk factors for pulmonary embolism in women. JAMA. 1997;277(8):642-5.
  11. Hansson PO, Eriksson H, Welin L, Svärdsudd K, Wilhelmsen L. Smoking and abdominal obesity: risk factors for venous thromboembolism among middle-aged men: “the study of men born in 1913”. Arch Intern Med. 1999;159(16):1886-90.
  12. Abdollahi M, Cushman M, Rosendaal FR. Obesity: risk of venous thrombosis and the interaction with coagulation factor levels and oral contraceptive use. Thromb Haemost. 2003;89(3):493-8.
  13. Stein PD, Beemath A, Olson RE. Obesity as a risk factor in venous thromboembolism. Am J Med. 2005;118(9):978-80.
  14. Samama MM. An epidemiologic study of risk factors for deep vein thrombosis in medical outpatients: the Sirius study. Arch Intern Med. 2000;160(22):3415-20.
  15. Kucher N, Tapson VF, Goldhaber SZ; DVT FREE Steering Committee. SZDVT FREE Steering Committee. Risk factors associated with symptomatic pulmonary embolism in a large cohort of deep vein thrombosis patients. Thromb Haemost. 2005;93(3)494-8.
  16. Heit JA, Silverstein MD, Mohr DN, Petterson TM, Lohse CM, O'Fallon WM, et al. The epidemiology of venous thromboembolism in the community. Thromb Haemost. 2001;86(1):452-63.
  17. Laczkovics C, Grafenhofer H, Kaider A, Quehenberger P, Simanek R, Mannhalter C, et al. Risk of recurrence after a first venous thromboembolic event in young women. Haematologica. 2007;92(9):1201-7.
  18. Blokhin IO, Lentz SR. Mechanisms of thrombosis in obesity. Curr Opin Hematol. 2013;20(5):437-44.
  19. Freedman JE, Larson MG, Tanriverdi K, O'Donnell CJ, Morin K, Hakanson AS, et al. Relation of platelet and leukocyte inflammatory transcripts to body mass index in the Framingham Heart Study. Circulation. 2010;122(2):119-29.
  20. 20. Han MS, Jung DY, Morel C, Lakhani SA, Kim JK, Flavell RA, et al. JNK expression by macrophages promotes obesity-induced insulin resistance and inflammation. Science. 2013;339(6116):218-22.
  21. 21. Van Gaal LF, Mertens IL, De Block CE. Mechanisms linking obesity with cardiovascular disease. Nature. 2006;444(7121):875-80.
  22. Lijnen HR. Role of fibrinolysis in obesity and thrombosis. Thromb Res. 2009;123(Supl 4):S46-9.
  23. Souto JC, Pena G, Ziyatdinov A, Buil A, López S, Fontcuberta J, et al. A Genomewide Study of Body Mass Index and its Genetic Correlation with Thromboembolic Risk. Results from the GAIT Project. Thromb Haemost. 2014;112(5):1036-43.

MAT-ES-2401553-1.0-05/2024